Terapia de Familia

Las familias llegan a terapia en busca de ayuda, debido a algún problema que les causa frustración, dolor y desesperación. Han intentado soluciones y no han conseguido resolverlo por ellas mismas.

El objetivo del terapeuta humanista en este caso es buscar que la familia pueda ver su situación a la luz de una esperanza de mejoría.

La posibilidad de mostrar a la familia nuevas formas de abordar sus problemas de tal manera que ella misma con sus propios recursos elija el más adecuado en el momento y la situación que atraviesa.

Para esto es necesario que la familia se dé cuenta de la forma en que se relacionan sus miembros, para poder entender de donde surge el problema y como se mantiene, como hicieron para alcanzar el punto donde se encuentran, cuales son las conductas particulares de cada miembro de la familia que sostienen la dinámica en la que están viviendo y a que carencias y necesidades responden.

El proceso terapéutico es como encender una luz en un cuarto obscuro donde los miembros de la familia caminaban a ciegas y ahora pueden ver por dónde van sin tropezarse unos con otros y no solo eso, ahora son capaces de verse y comprenderse. No ha sido necesario quitar nada el solo hecho de poner luz modifica la condición general de la familia. Ahora es imposible alegar ceguera, ahora pueden elegir un camino y construir nueva posibilidades sobre la marcha.

Una vez establecido el punto donde se encuentra la familia y como le hace para mantenerse ahí es el momento de los miembros de la familia aprendan nuevas actitudes y formas de comunicación efectiva.

e trabaja con la familia y con todos y cada uno de los integrantes. De la misma manera que la luz permite ver la formas de interacción también permite ver las emociones y sentimientos ocultos de tal manera que estos puedan ser expresados abiertamente y con la confianza y tranquilidad que el saberse respetado en su grupo más íntimo les permite, corriendo riesgos, aceptando los retos de la vida y alcanzado metas.

Hola, ¿Deseas agendar una cita?